Relato erótico titulado:
"Solo una puta más cuarta parte "

Como a las 4 de la madrugada del viernes sentí como me agarraba y acariciaba las bubis, también su pene acariciando mis nalgas, eso me despertó y entonces me volteé para estar frente a Raúl, y lo abracé y nos besamos los labios. Al tiempo que el me agarraba las nalgas; sin embargo, esta vez me besaba con más pasión porque me metía su lengua y chupaba la mía. Me empezó a morder el cuello y los pechos, los lamió y chupo mis pezones. Luego se subió en mi y puso mis piernas sobre sus hombros y empezó a meterme su verga y empujó y empujó una y otra vez haciéndome sentir mucho más satisfacción que las otras veces, al grado que esta vez me hizo gritar y gemir más fuerte, ademas, se me fueron las fuerzas y mi mente se perdió por un instante. Se vino dentro de mi y se acostó encima de mi, por debajo de mis pechos. Yo le dije “gracias mi amor. Te amo mucho. Te amo”. Y él me respondió “te amo. Eres mi mujer. Mi reina”. Y se quedó dormido poniendo sus manos sobre mis piernas mientras yo le acariciaba su cabecita. Y yo me quede muy contenta y pensativa en ese cambio tan repentino, que me gustaba y me hacía feliz porque lo amaba demasiado.
Después del regalo que me dio en la madrugada, nos despertamos a las 9 de la mañana. Como era viernes él tenía que viajar para ver a su esposa e hijos y yo tenía que abordar el avión para Mexicali, con escala en la Ciudad de México. Antes de levantarnos hicimos un rapidín porque no podíamos estar juntos sin tener relaciones sexuales, ya que nos deseábamos mucho y yo lo amaba demasiado, ademas era tanta mi necesidad de tener su verga adentro como la de beber agua. Luego nos levantamos, se baño primero y en lo que yo me bañaba salió, me dijo que iba al coche. Cuando regreso, que fue muy pronto, llevaba un vestido azul que me llegaba a las rodillas y estaba holgado, me sorprendió con ese detalle y me lo puse, bajamos a desayunar y todo el tiempo estuvo muy cariñoso, me abrasaba, me besaba, me regalo una flor que le compro a un niño que entro al restaurante a vender y me hablaba y trataba con mucho respeto. Yo estaba sorprendida pero feliz, y pensé que qué bonito sería si siempre me tratara así, pues me hacía sentir que era una mujer biológica y que me amaba. Terminamos de desayunar y abordamos su auto para regresar a Villahermosa. Todo el camino me fue agarrando las piernas y diciéndome que le gustaba mucho y otras cosas bonitas. Me llevo a mi departamento y me dijo “ya no vas a trabajar en el restaurante. Descansa un rato amor y vístete para luego llevarte al aeropuerto”. Me abrazo con fuerza repegando mi cuerpo al suyo como queriendo sentir mis enormes senos absorberse en su pecho y me dio muchos besos en la boca, metiendo su lengua en mi y chupando la mía. Luego se retiró. No me dio tiempo de pensar nada porque como 10 segundos después de haberse ido volvió a entrar al depa, yo le pregunté que qué había pasado y me dijo “te gustaría que te acompañara a Algodones” y como niña a la que le preguntan si quiere un regalo, luego luego dije que si. Pero le pregunté “y tú esposa y tus hijos no vas a ir a verlos” y me respondió “tengo mas ganas de estar contigo además los veré la próxima semana”. Se me salieron las lágrimas. Lo abrace y lo besé y le dije “te amo mi amor. Te amo con todas mis fuerzas. Cogeme por favor que te necesito. Cogete a tu puta” y dirigí mi mano al cierre de su pantalón. Y él me dijo “me gustas mucho reina. Ya solo serás mi reina, mi mujer, mi compañera, mi puta y solo mía ya de nadie más. Solo yo te cogere y esa boquita, esos pechos, esas nalgas, ese oyito y esas piernas sólo serán mías” y me llevo a la recámara donde me dio una gran cogida que me hizo estremecerme.
Después de haberme cogido me abrazo y me dio muchos besos y me dijo “me baño y voy rápido al trabajo para dar indicaciones, mientras descansa un poco, date un baño y espérame. No tardo ni 2 horas en regresar, yo ya me había bañado y me había puesto un vestido que él me había escogido antes; sin embargo cuando llegó me dio un vestido rojo que me había comprado, me llegaba hasta las rodillas y no tenía escote, me dijo “ponte este amor y vámonos”. Me cambie, me sentía rara con un vestido tan largo, pero obedecí a mi hombre.
Todo el camino hasta Mexicali iba viendo unos papeles de su trabajo y yo la verdad estaba semidormida por las trasnochadas. Al llegar a Mexicali me pidió que nos quedáramos la noche allí y al día siguiente fuéramos a Algodones. Y eso hicimos. Nos hospedamos en el hotel Araiza y bajamos a tomar un café a la fonda de Mexicali. Allí nuevamente me volvió a abrazar y a besar, me trató con mucho respeto, como si me amara. Luego nos subimos a la habitación y nuevamente volvió a tratarme muy románticamente y me cogio con mucha fuerza pero a la vez con dulzura. Y después de haberme hecho gritar y gemir muy fuerte con la tremenda cogida que me dio, me abrazo y puso mi cabeza sobre su pecho, me abrazo, me besaba la frente y los labios y me empezó a platicar lo que pensaba, lo que quería y lo que iba a hacer y con respecto a nosotros me dijo “me gustas mucho amor, desde que te vi en la escuela me gustaste mucho, pues tu carita estaba más fina y bonita que la de muchas mujeres y cuando te vi en short me dije, ese niño va a ser niña y va a ser para mi, por eso te enamoré y por eso te vestí de niña. Y todo me estaba saliendo bien pero mi papá tuvo problemas en una de sus fábricas y tuve que ir a apoyarlo solo que fue más largo el tiempo de lo que había pensado. Y si no te busque fue porque me enteré que ya eras de mi tío y que vivías con él. Y me dolió que fueras suya, pero más que te le hubieras ofrecido y que lo hubieras presionado para que te operara y te prostituyera. Por eso me casé porque creí que eso me haría olvidarme de ti. Yo quería ser el primero en cogerte, pero no se pudo y ni modo, pero ya no está. Por eso cuando te reencontré quise hacerte mía pero solo para tenerte como una puta más. Pero me gustas mucho y senti y siento mucho coraje cuando te dan algo. Siento celos. No creí que me importarías a ese grado. Ahora si me lo permites quiero vivir contigo, no puedo casarme contigo porque soy casado pero si puedo darte vivir contigo y ser como esposos, que seas solo mi mujer para ya solo cogerte yo. Nunca te voy a dejar y te protegeré y te daré lo que pueda”. Dime que piensas. Yo guarde silencio un ratito, se me salieron las lágrimas porque me dieron ganas de llorar. Me abrazo y me besó diciéndome “tranquila, no hables si no quieres”. Lo besé y le dije, te voy a decir la verdad “antes que nada. Te amo mucho mucho. Si quiero vivir contigo y ser solo tuya. Yo no me le ofrecí a tu tío ni lo presioné, al contrario, él me obligó a ser su mujer, también a vestir y comportarme como puta. Si al principio yo no quería pero la estrategia que uso para obligarme y luego convencerme le funcionó porque luego me gusto su forma de tratarme, también me gusto ser su puta y vestirme así y prostituirme. Tu sabes como es esto, ya me gustaba vestirme de mujer, tu hiciste que me gustara. El día que estábamos en tu casa deseaba que me cogieras. Tu tío me quito la virginidad con violencia física y verbal y lo hizo tantas veces que terminó por gustarme. No lo juzgo porque me enamore de él y de su trato, pero lloro por eso, porque lo que te dijeron es mentira pero no quiero hablar mal del hombre que me hizo mujer, pensar, sentir y comportarme como puta, pues me cogio diario durante meses 2 o 3 veces al día y con tanta violencia que cuando no lo veía unos días me sentía desesperada, enojada, queriendo verlo para que me hiciera suya. Además, me obligo a vestir mostrando todas las piernas y las tetas que me acostumbre y me gusta, así como los piropos atrevidos. Pero ahora te amo a ti porque fuiste el primer hombre que me vistió de mujer, el primero en besarme y acariciarme, el primero quien yo quería que me cogiera porque sentía mucho cariño por ti desde la escuela. Hoy te amo aunque solo me vuelvas a tratar como una puta más, aunque me pegues, me grites y me humilles, porque solo asi me siento amada y deseada. Si me tratas como estos días y como me dices seré muy feliz como tu mujer. Yo solo te pido que nunca me dejes. Te amo y te necesito como hombre. Por favor perdóname si llore, perdóname por ser como soy, pero me enseñaron a ser una puta más, porque necesito vestir mostrando mi cuerpo y también necesito ser cogida con violencia, y ser penetrada seguido, perdóname mi amor por todo y cogeme otra vez. Mis nalgas necesitan tu verga”. Lo abrace y le besé la boca y claro que me volvió a dar una tremenda cogida.
Luego estando acostados me abrazo, puso su mano agarrando y acariciando mis pechos y me dijo “perdóname a mi por haberte hecho mujer y perdónanos por haberte hecho sentir y pensar como puta. Mi amor iremos a terapia para que nos ayude a ambos ser mejores”. Nos abrazamos muy fuerte y así nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente, nos despertamos temprano, hicimos el amor rápido y salimos a desayunar. Y de allí nos fuimos a Algodones. Ya en la clínica, yo entré y Raúl fue a caminar por allí. la doctora me recibió con un abrazo. Platicamos un ratito, la puse al tanto de todo, de los planes de Raúl y de su propuesta, y luego le dije que iba a renunciar. Y me dijo que lo pensara bien. Que me quería como hija y que no le daba buena impresión Raúl, por todo lo que me había hecho. Me propuso que le pidiera otra licencia por 6 meses y que en ese lapso trabajara de tiempo completo en la clínica de Villahermosa, que ella hablaría con él director. Agregó que si necesitaba regresar antes así lo hiciera. Acto seguido formalizamos la licencia y me despedí de ella. Me acompaño hasta la puerta y allí estaba Raúl, los presente y ella le dijo “cuídamela mucho por favor porque la quiero mucho, como a una hija”
Cuando nos retiramos, Raúl me propuso que fuéramos a caminar, me llevaba abrazada por la cintura, yo le comenté que me dio otra licencia porque no quiso aceptar mi renuncia. Regresamos a Mexicali y por la noche me llevo a bailar, bebimos, bailamos, cantamos y la pasamos súper, para rematar en el cuarto dándome una cogida fabulosa. A la mañana siguiente regresamos a Villahermosa. Todo ese viaje fue muy agradable, me respeto, bromeamos, platicamos nos divertimos mucho. Sin embargo, cuando estábamos ya en el aeropuerto de Villahermosa, me encontré con uno de mis hermanos, que había ido a recoger a su novia, pero nos abrazamos porque ya tenía tiempo de que no nos veíamos. Se lo presenté a Raúl y nos retiramos. Nos subimos a su coche y todo el camino hasta llegar al depa estuvo callado, solo agarrándome fuerte las piernas. Ya adentro del depa me dijo “que crees que soy pendejo o que. Quien es ese cabron, tu amante o que” y le dije “mi hermano” pero “no mientas puta” y me dio una cachetada fuerte y como no la esperaba me desequilibró y me caí. Allí me dio unas patadas. Me volvió a preguntar y le respondí que era mi hermano, y le pensaba decir que fuera a casa de mis padres para que verificara. Sin embargo no me dio tiempo porque me golpeó con el puño en la boca sangrándome mientras me decía “por mentirosa no puedo tratarte como una mujer decente porque eres una puta y por mi olvídate de lo que te dije naciste para puta y así te trataré. Y ponte esta ropa, porque te voy a llevar al restaurante donde trabajas para que te cojan que es lo que quieres” y me dio un vestido muy corto y entallado. Yo estaba llorando y le supliqué que ya no me pegara porque me había dado otras patadas en las piernas y ya me dolían mucho y como estaba sangrando también le supliqué que me diera permiso de no ir a trabajar porque no me sentía bien. Y me jalo de los cabellos y me dio otra cachetada y me dijo “me voy. Mejor hubiera ido a ver a mis hijos y a mi esposa, ella si es mujer que vale mucho no que tú solo eres una puta más” y se fue.
Yo me quede llorando, tratando de pararme la sangre y sobándome. Pensando si no me quiere para que me hizo mujer. Y me daba coraje conmigo misma porque lo amaba mucho.